La ruta de la seda

La seda era la mercancia más preciada entre los comerciantes de la ruta comercial entre Asia y Europa que iba de Xi´an hasta los reinos hispánicos. Ese es el origen de su nombre aunque la ruta se remonta al siglo I a.C cuando los pueblos de la cuenca del Tarim consolidaron estos caminos para poder relacionarse con otras pueblos del oeste. La ruta empezó a crecer durante la época del Imperio Romano por la gran demanda de los sofisticados productos que venían de China. Y vivió su máximo apogeo durante el Imperio Bizantino.

El extremo oriental de la ruta es la ciudad de Xian, desde allí se avanza por el corredor de Gansu rodeando el desierto de Taklamakan por dos rutas que confluyen hacía Persia y la India a través de las altas montañas de Asia central. Muy pocos han podido recorrer entera esta ruta, uno de ellos fue el mercader veneciano, Marco Polo.